viernes, 2 de agosto de 2013

Las cartas secretas del monje que vendió su ferrari

Se trata de un viaje muy particular hacía enseñanzas vitales que tod@s debemos aprender para recuperar el poder personal y entregarnos sin miedos a nuestros sueños.

Estas son las sabias cartas que va encontrando el protagonista a lo largo de su viaje:


1. El poder de la autenticidad.

El regalo más importante que podemos hacernos a nosotros mismos es el compromiso de vivir nuestra auténtica vida. Ser sinceros con nosotros mismos. No obstante, no es una tarea fácil. Debemos romper con aquello con lo que la sociedad intenta seducirnos y
vivir la vida según nuestros principios, con nuestros propios valores y en consonancia con nuestros orígenes.
 Debemos despertar a ese yo oculto; explorar los anhelos más profundos, más invisibles, las habilidades y debilidades que nos hacen ser quienes somos. Debemos entender dónde hemos estado y adónde vamos. Cada decisión que tomemos, cada paso que demos, debe estar investido de ese compromiso de vivir la vida siendo sinceros y coherentes con nuestro yo auténtico y solo con ese yo.
Y, a medida que avancemos, tendremos la certeza de experimentar una fortuna que irá más allá de cualquier riqueza jamás imaginada.

2. Acoge tus miedos.

Lo que nos retiene en la vida es la arquitectura invisible del miedo. Nos hace permanecer en nuestras zonas de bienestar, que son, en realidad, los lugares menos seguros en los que vivir. De hecho, el mayor riesgo en la vida es el de no correr riesgos. Sin
embargo, cada vez que hacemos aquello que tememos, recuperamos la fuerza que nos ha robado el miedo, porque nuestra fuerza reside del otro lado de nuestros temores. No puede haber concesiones. Cada vez que asumimos el malestar que generan el crecimiento y la evolución, nos volvemos más libres. Cuántos más miedos afrontemos, más poder recuperaremos. De esta forma, nos volveremos no solo valientes, sino poderosos, y lograremos vivir la vida de nuestros sueños.

3. Vive con amabilidad.

Es importante recordar que, al igual que nuestras palabras son la expresión verbal de nuestros pensamientos, nuestras acciones son la manifestación de nuestras creencias.
Ninguna acción, sin importar lo pequeña que sea, es insignificante. La forma en que tratamos a una sola persona define cómo tratamos a todo el mundo, incluidos a nosotros mismos. 
Si no respetamos a los demás, no nos respetamos a
nosotros mismos. Si somos desconfiados con los demás, somos desconfiados con nosotros mismos. Si no podemos apreciar a quienes nos rodean, no nos apreciaremos a nosotros mismos. Con cada una de las personas que nos relacionamos, con todo lo que hacemos, debemos ser más amables de lo que se espera que seamos, más generosos de lo que se prevé, más positivos de lo que nosotros mismos creemos posible. 
Cada instante experimentado frente a otro ser humano es la oportunidad de expresar nuestros más elevados valores y de influir en alguien con nuestra humanidad. Podemos lograr que el mundo sea mejor, persona a persona.

4. Realiza pequeños progresos diarios.

La manera en que hacemos las pequeñas cosas determina la manera en que hacemos todo. Si realizamos las tareas menores de modo correcto, también tendremos éxito en los esfuerzos más importantes. La maestría se convierte así en nuestra forma de ser. Pero más
importante que esto es que cada pequeño esfuerzo sirve para realizar los siguientes, para que así, ladrillo a ladrillo, podamos construir verdaderas maravillas. Esto genera una gran confianza en uno mismo y se hacen realidad los sueños extraordinarios. Los verdaderos sabios reconocen que lo pequeños progresos diarios siempre derivan en resultados excepcionales a largo plazo.

5. Vive lo mejor que puedas y trabaja de igual forma.

No hay trabajos insignificantes en este mundo. Toda tarea es una oportunidad para expresar el talento personal, para crear una obra de arte y ser consciente del genio que podemos llegar a ser. Debemos trabajar tal como pintaba Picasso: con devoción, pasión, energía y excelencia. Así, nuestra productividad no solo se convertirá en fuente de inspiración para los demás, sino que tendrá impacto, pues cambiará las
vidas de quienes rodean. Uno de los mayores secretos para vivir la vida de forma hermosa es llevar a cabo trabajos importantes. Y hacerlo de un modo tan magistral que los demás no puedan dejar de fijarse en uno.

6. Escoge bien tus influencias.

No vivimos el día a día solos ni al margen del mundo que nos rodea. Por ello debemos estar siempre atentos con las personas y las cosas a las que damos cabida en nuestra vida. Es señal de sabiduría el decidir pasar el tiempo en aquello lugares que nos inspiran y nos llenan de energía, y relacionarse con esas 
personas que elevan nuestro espíritu y nos animan.

Tanto en nuestro trabajo como en nuestra vida personal, esos amigos y conocidos más positivos nos ayudarán a ser la mejor versión de nosotros mismos y a llevar una vida más transcendental.

7. Los placeres más simples de nuestra vida son nuestras mayores alegrías.

La mayoría de las personas no descubren qué es más importante en la vida hasta que son demasiado mayores para actuar en consecuencia. Pasan gran parte de sus mejores años persiguiendo objetivos que al final importan poco. 
Aunque la sociedad nos invita a llenar nuestras vidas de objetos materiales, la mejor parte de nosotros
sabe que los placeres más simples son los que nos enriquecen y nos llenan. No importa que nuestra situación sea difícil o acomodada, todos poseemos una gran riqueza de sencillas bendiciones a nuestros alrededor, a la espera de que la valoremos. 
Si los hacemos, nuestra felicidad aumenta. Nuestra gratitud se propaga. Y cada día se convierte en un asombroso regalo.

8. El propósito de la vida es amar.

Lo bien que vivas depende de cómo ames. El corazón es más sabio que la razón. Hónralo. Confía en él. Síguelo.

9. Lucha por algo superior a ti mismo.

No hay personas vivas que estén de más en este mundo. Cada uno de nosotros está aquí por un motivo, por un propósito especial, para cumplir una misión.
Sí, construye una vida hermosa para ti y para quienes amas. Sí, sé feliz y pásalo muy bien. Y sí, ten éxito. Siempre siguiendo tus principios y no tanto los que te sugiere la sociedad. Pero sobre todas las cosas, sé importante.
Haz que tu vida trascienda, sé útil. Y sé de utilidad al máximo número de personas. Es la forma en que uno de nosotros puede pasar del reino de lo común a las alturas de lo extraordinario. Y camina entre las mejores personas que han existido jamás.

Estas son las nueve instrucciones que el autor nos deja en su libro, enseñanzas que nos entrega y nos hacen más grandes como personas, como profesionales,… Cualquier rol que desempeñemos en nuestra vida, que son muchos, los ejerceremos desde un prima más claro, más nítido; desde el poder interior que cada un@ tenemos dentro de nosotr@s.

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